En mayo de 2016, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó una resolución sobre el primer Plan de acción mundial de la OMS para fortalecer la función del sistema de salud en el marco de una respuesta nacional multisectorial para abordar la violencia interpersonal, en particular contra las mujeres y las niñas, y contra los niños en general.De conformidad con este plan y en colaboración con los Estados Miembros y otros asociados, la OMS se ha comprometido a:
Hacer un seguimiento del alcance y de las pautas mundiales de la violencia contra los niños y ayudar a los países a documentar y conocer la magnitud del problema;
utilizar un sistema electrónico de información para resumir los datos científicos sobre la carga, los factores de riesgo y las consecuencias de la violencia infantil, así como los datos que demuestren que es posible prevenirla;
elaborar y difundir orientaciones, documentos, normas y criterios técnicas basados en datos empíricos para prevenir la violencia contra los niños y actuar frente a ella;
publicar periódicamente informes mundiales sobre las iniciativas emprendidas por los países para combatir la violencia contra los niños mediante políticas y planes de acción, leyes, programas de prevención y servicios de respuesta a escala nacional;
ayudar a los países y a los asociados a aplicar estrategias de prevención y respuesta basadas en datos empíricos, como las que figuran en el instrumento técnico INSPIRE: siete estrategias para poner fin a la violencia contra los niños y las niñas;
colaborar con organismos y organizaciones internacionales para reducir y eliminar la violencia contra los niños en todo el mundo mediante iniciativas como la Alianza mundial para acabar con la violencia contra los niños, «Together for Girls» y la Alianza para la Prevención de la Violencia.